Si no nos pueden salvar nuestos propios actos, como es posible llegar al cielo? Nos quedamos sin perspectiva ninguna? Para poder dar una respuesta a esta pregunta es importante entender, qué es lo que sucedió cuando murió Jesús y qué es lo que puede significar su muerte para nosotros.
Dios es justo y santo, por esto tiene que castigar nuestro pecado.
Pero la Biblia también nos dice: Dios es amor. (1. Juan 4:8) Dios odia el pecado, pero ama a los pecadores y les quiere perdonar. Como podemos recibir perdón, si la justicia de Dios reclama nuestra muerte espiritual y corporal? Solamente Dios mismo podía solucionar este problema – y lo hizo en la persona de Jesucristo. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre ha enviado al Hijo como Salvador del mundo. (1. Juan 4:14)
El Hijo de Dios se hizo hombre.
Aunque Jesús fue hombre totalmente, conservó su ser divino. Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Naturaleza Divina. (Colosenses 2:9) Jesucristo es único. La Biblia lo proclama una y otra vez.
Su nacimiento fue único.
No tuvo un padre humano. Por la fuerza sobrenatural del Espíritu Santo, Jesús fue engendrado en el cuerpo de una virgen. El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo nacido será llamado Santo, Hijo de Dios. (Luc. 1:35)
Sus palabras fueron úncias.
Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad divina. (Luc. 4:32)
Sus milagros eran únicos.
Cuando le preguntaron a Jesús, cual era su legitimación, hizo referencia a sus obras. Los ciegos recobran la vista y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados. (Mateo 11:5)
Toda su vida fue única.
Jesucristo ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Hebreos 4:15) Esta frase bíblica afirma, que Jesús como hombre, sigió la la ley de Dios en todos los aspectos. Por lo tanto, no hubiera tenido que sufrir la pena por el pecado, la muerte. Sin embargo, lo arrestaron debajo de acusasiones falsas. Debido a testimonios engañosos fue sentenciado y finalmente crucificado en una colina cerca de Jerusalén. Pero su muerte no ha sido una “desafortunada coincidencia”. Éste fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios. (Hechos 2:23) El padre había mandado su hijo con el objetivo de asumir el castigo por el pecado y Jesús siguió este camino voluntariamente. El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20:28)
Su muerte fue igual de único y significativo que su vida.
El camino de la salvación por Jesucristo se puede resumir en estas palabras bíblicas: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16)
A propósito: Los relatos sobre Jesucristo, los puede leer en los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento.
Puede descargar las doce lecciones gratis como archivo PDF.